Tiendas Second Hand en Madrid

Tienda "María Dugay" (c/. López de Hoyos, 182 Madrid) Una gris mañana de lluvia... Paraguas, botas de agua y salgo de casa lis...

Tienda "María Dugay" (c/. López de Hoyos, 182 Madrid)
Una gris mañana de lluvia... Paraguas, botas de agua y salgo de casa lista para bucear entre historias, reconciliaciones, pasiones, lágrimas y muchos secretos que se venden en forma de zapatos, vestidos y bolsos. Cada uno con una vida. Cada uno con un guión.

Es curioso cómo la moda teclea nuestro cerebro modificando a su antojo la percepción de las cosas. Hemos amado y odiado de igual manera el efecto campana o el pantalón tobillero según el año que recuerdes. Las gafas de pasta, en tiempos de colegio fueron causa de burla y de más de un trauma infantil. Ahora son un "must", usadas incluso cuando tus ojos ven más de lo que a veces quisieras. O unas simples uñas, impensable hacer un hueco en tu semana para dedicarles unos minutos, y hoy, cuando no están pintadas puedes llegar a sentirte un poco más desnuda.
El mismo proceso de rechazo y adaptación ha sufrido la moda second hand en la sociedad española.

Hace muy poco era "ropa usada", acumulada en montañas de tejidos diversos, un mercado incluso marginal. Actualmente, se exhiben en "bucólicas" tiendas, algunas incluyen ficha técnica con información vital como el lugar de nacimiento de la prenda y el año en que se creó la obra, y a medida que su edad aumenta, se hace más poderosa, más valiosa. Ya no se llama "segunda mano", ahora es VINTAGE. Y nuestro cerebro reacciona de manera instantánea a su llamada.
Te sumerges en las tiendas, dedicándole a cada prenda más tiempo del que dedicarías en una tienda “first hand”. Imaginas a quién habrá pertenecido, en qué salones habrá paseado, qué historias guardará entre sus costuras…si hubo un tiempo en que su antigua dueña fue feliz.

Y es esta misma pieza única la que te transporta a los cafés de la época, te despierta la necesidad de leer novelas de aquellos tiempos en los que la elegancia no era una cuestión de dinero ni clase social. Esa generación la traía de serie.

Y cuando vuelves a casa con ropa "vintage", las bolsas pesan más porque ellas ya han vivido los miedos y alegrías que aún te quedan por experimentar. Buscas el rincón perfecto en tu armario o las dejas a la vista porque pueden decorar igual el alma que un dormitorio.

Porque son fantasía. Porque son Historia que a partir de ahora tú continuarás.


Por: Fan Fanatiques

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